Más de una década antes de que el Dr. Shaun Murphy de Freddie Highmore nos conquistase los corazones con 'The Good Doctor', su creador David Shore nos enganchó frente al televisor con el que sin duda es uno de los mejores dramas médicos del siglo XXI... y probablemente de la historia. Estamos hablando de la ya mítica 'House' que acaba de aterrizar completa en Netflix.
Protagonizada por Hugh Laurie y compuesta por 8 temporadas (y sus 177 episodios), la serie era una suerte de vuelta de tuerca a los dramas médicos clásicos. En vez de contar el día a día de un hospital con varios casos a la vez (como con 'Urgencias'), en esta ocasión se subirían a la ola de algo que estaba en pleno apogeo: los procedimentales.
De hecho, Shore, Paul Attanasio y Katie Jacobs vendieron la serie a FOX como una especie de CSI de médicos, donde el protagonista y su equipo resolverían cada semana un complejísimo diagnóstico investigando los síntomas y las causas del paciente de la semana... y nunca es lupus.
Nunca es lupus
Y en el centro pusieron a uno de los personajes que se convertirían en uno de los más magnéticos e icónicos de la televisión: el Dr. Gregory House, interpretado por el británico Hugh Laurie, quien sería una suerte de Sherlock Holmes. Parecido no solo por sus mañas deductivas sino también por cierto uso de una droga, en este caso una dependencia de la vicodina.
Más allá de las referencias y guiños al lore del detective más famoso de la ficción, nos encontramos con un estupendo drama entre lo detectivesco y lo médico bastante "formulaico", pero no por ello menos interesante: antes de los créditos iniciales, vemos a la víctima y cómo de algún modo colapsa, los cuarenta minutos siguientes estaban dedicados a un constante ensayo y error y diagnósticos equivocados hasta que llega una epifanía que lo resuelve todo.
Pero la verdadera fórmula del éxito radicaba, no solo en lo brillante de los casos, sino en los protagonistas. House como un médico gruñón y antipático y sabelotodo, Wilson (Robert Sean Leonard) como su mejor amigo y de los pocos que le pueden poner en su sitio junto a la doctora Cuddy (Lisa Edelstein), su jefa. Esto junto a su trío de asociados (interpretados por Omar Epps, Jesse Spencer y Jennifer Morrison).
Aun con sus altibajos, que todo llega, 'House' siempre logró mantener un buen nivel, manteniéndonos siempre en vilo tanto con los casos como con la evolución de los personajes. Es verdad que a veces había tramas horizontales mejores y otras peores, pero por lo general siempre supieron ser interesantes.
Si no tenéis Netflix, 'House' se puede ver también en SkyShowtime.
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