¿Tienen las series de superhéroes un problema con sus villanos?

¿Tienen las series de superhéroes un problema con sus villanos?

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¿Tienen las series de superhéroes un problema con sus villanos?

Un superhéroe necesita un supervillano a su altura, que lo ponga a prueba, que le haga plantearse por qué hace lo que hace y que dé interés a su serie de televisión. El héroe, al final, es tan bueno como "malo" sea su rival y, a veces, las historias de superhéroes cojean porque el villano al que tienen que enfrentarse no termina de dar la talla. Hace ya un tiempo, se criticaba a las películas de Marvel que sus malos no estaban bien construidos, y esa conversación se ha trasladado también a televisión.

TV Line se preguntaba, al final de la pasada temporada, si las series superheroicas de The CW tenían, precisamente, un problema con sus villanos. El autor de aquel artículo apuntaba que "esta pasada temporada, el trío de series de cómics de The CW introdujo villanos que tenían que ser rivales a la altura de sus superhéroes respectivos. Pero Damien Dahrk en 'Arrow', Zoom en 'The Flash' y Vandal Savage en 'Legends of tomorrow' fracasaron al cerrar su arcos". ¿Por qué? ¿Realmente las series de superhéroes no saben cómo construir supervillanos?

La función de los grandes villanos

Todas las series de superhéroes en antena actualmente, incluso las de Marvel en Netflix, enfrentan a sus protagonistas contra un gran villano para toda la temporada. Esos Big Bads aportan un arco más o menos serializado para toda esa entrega de episodios y representan un reto para los protagonistas, un reto que bien puede ser personal (porque les obliga a replantearse sus principios, por ejemplo) o de naturaleza externa (el malo de turno quiere destruir la ciudad o, directamente, el mundo, por ejemplo).

Dahrk

Pongamos por caso a Damien Dahrk, el villano de la cuarta temporada de 'Arrow'. Dahrk, a priori, apuntaba a ser un buen añadido para la serie: era un malo muy poderoso, que había conseguido poner de rodillas a Star City mientras Oliver y Felicity habían estado fuera, y cuya agenda no estaba del todo clara, más allá de esa búsqueda del poder absoluto. Los primeros enfrentamientos del Team Arrow contra él eran infructuosos, sus acciones comenzaron a tener consecuencias personales en ellos (incluida una muerte que les tocó muy de cerca) y sus acciones obligaron a Oliver a pensar si su firmeza en no matar a nadie más no estaba poniéndolos a todos más en peligro que antes.

Sobre el papel, la introducción de Dahrk era una buena idea, y Neal McDonough lo interpretaba con la energía que había faltado el año anterior en Ra's al-Ghul. Sin embargo, su arco no acabó de funcionar del todo bien. Quizás se alargó demasiado la resolución de su pelea contra Green Arrow (22 episodios acaban siendo muchos), quizás su plan de dominar el mundo era demasiado genérico, quizás, y a pesar de sufrir una pérdida muy próxima por su culpa, Dahrk no era un asunto tan personal para Oliver como Slade Wilson, el villano de la segunda temporada.

Astra

Tomemos otro ejemplo, Non en 'Supergirl'. Los villanos de la primera temporada de la serie eran kriptonianos como Kara y, además, familia (Non estaba casado con su tía Astra), y eso tendría que haber presentado un desafío para Supergirl no sólo porque ella todavía estaba aprendiendo a aprovechar sus poderes, sino porque representaban ese recuerdo del planeta y de la familia que había perdido. Astra, además, era igual físicamente que su madre. Sin embargo, el retrato de ellos y de su plan para la Tierra no terminó nunca de cuajar.

'The Flash', por su parte, intentó fundir las dos vertientes, la personal y la de salvación del mundo, con Zoom, cuyo único problema derivaba más de que parte del conflicto que le presentaba a Barry era bastante similar al que ya había vivido, en la primera temporada, con Reverse Flash. De hecho, en cuanto se desveló la identidad de Zoom, paradójicamente perdió algo de interés como villano. Pero tampoco fue de los peores.

La saturación de malos

En muchas de estas series, los rivales que mejor han funcionado son los que tenían alguna conexión personal con el héroe. Kilgrave, por ejemplo, era un gran villano en 'Jessica Jones' no sólo por su gran poder, sino porque el enfrentamiento contra Jessica era extremadamente personal. Ella tiene que superar el trauma que él le causó antes de poder plantarle cara de verdad. Salvando las distancias, Slade Wilson es el mejor villano que 'Arrow' ha tenido hasta ahora, precisamente, porque tenía un lazo personal con Oliver y sus motivaciones estaban muy unidas a dicho lazo.

Wilsonfisk

Ese toque personal es el que suele buscar a menudo 'Agents of SHIELD', aunque no siempre le salga bien. La trama de la infiltración de Hydra sí fue una de sus mejores etapas no sólo por el cambio en el status quo que forzaba, sino porque todos los personajes se sentían traicionados a un nivel muy privado. Ahí no había un único gran villano, sino toda una organización cuyos agentes podían aparecer en cualquier momento, y esa imprevisibilidad le vino muy bien.

Las series pueden caer en la tentación de saturar la historia de villanos, creyendo que, así, elevan la apuesta sobre los héroes

¿Pero qué pasa cuando ese villano inspiradísimo ya ha dado todo lo que podía de sí mismo y hay que buscar un nuevo desafío para los héroes? A veces, se opta por la acumulación de problemas y de villanos, y eso no siempre resulta en una serie más interesante. Una de las mejores cosas de la primera temporada de 'Daredevil', por ejemplo, era la construcción de Wilson Fisk como alguien que se veía a sí mismo como un salvador de Hell's Kitchen, que pensaba que sus objetivos no eran tan diferentes de los de Matt Murdock.

El retrato de Fisk estaba tan cuidado como el del propio Murdock; la serie se tomaba su tiempo en que lo conociéramos bien, lo que nos ayudaba a darnos cuenta de la dificultad de la tarea que tenían por delante, Matt, Foggy y Karen. Por eso, en parte, 'Daredevil' debutó de una manera tan notable. Para la segunda entrega, sin embargo, la serie quiso elevar la apuesta enfrentando a su protagonista ante varios villanos. Y aunque la historia de Punisher tenía su interés por sí sola, la temporada estaba más dispersa, tenía un objetivo menos claro, y eso la lastró un poco.

Gotham

El mejor ejemplo de que acumular malos no es necesariamente sinónimo de aumenatr el interés es 'Gotham'. La serie muestra la caída de la ciudad en el caos total, algo necesario para que acabe apareciendo Batman, pero juntar al Pingüino, a Ed Nygma, a Fish Mooney, a los criminales trastornados a los que tienen que perseguir Bullock y Gordon, al proto-Joker y a todos los pacientes de Arkham que se les ocurra no es exactamente la fórmula para que 'Gotham' mantenga la frescura.

Hay algunos de esos villanos que han funcionado muy bien desde el principio (como el Pingüino), pero a la serie le vendría mejor centrar sus esfuerzos en unos pocos personajes, y no intentar abarcar toda la galería de villanos de los más de 75 años de cómics de Batman. El resultado final es que,en general, se les da muy poco tiempo para que realmente cuajen en una amenaza a la altura de lo que luego representará el Hombre Murciélago.

¿Hay una solución al problema?

Shield

Visto lo visto, está claro que un buen villano puede darle un gran empujón a una serie de superhéroes. El paralelismo en los retratos de Wilson Fisk y Daredevil, o la venganza personal de Slade contra Oliver Queen, o la involucración de Reverse Flash en el asesinato de la madre de Barry, o el profundo trauma personal que Kilgrave le ocasionó a Jessica Jones fueron grandes hallazgos en sus respectivos títulos; lo que estaba en juego era muy importante para sus protagonistas, y eso contribuía a hacerlo más interesante para el espectador.

Pero esos malos tienen que estar bien construidos. Cuando se decía a los guionistas de 'Capitán América: Civil War' que los villanos de las series de Marvel eran mejores que los de las películas, éstos respondían que en televisión se tenía mucho más tiempo para dibujarlos mejor, para presentar sus motivaciones, sus objetivos, la relación que pueden tener con los protagonistas. Es cierto que hay más horas a disposición de los creadores para preparar y armar ese enfrentamiento entre los superhéroes y los malos de la historia.

Luego, al final, todo depende de la evolución que los supervillanos tengan a lo largo de la temporada. Por los ejemplos que hemos visto, da la sensación que si representan algún reto muy personal para los protagonistas, el interés suele ser más elevado. Pero no todos los superhéroes son iguales, y tampoco sus villanos.

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