'Rojo, blanco y sangre azul' es una de las grandes sorpresas del verano: la película de Amazon Prime Video es una de las mejores comedias románticas de los últimos años

'Rojo, blanco y sangre azul' es una de las grandes sorpresas del verano: la película de Amazon Prime Video es una de las mejores comedias románticas de los últimos años

La adaptación de la novela homónima de Casey McQuiston tiene encanto y ofrece bastante diversión

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Rojo Blanco Sangre Azul Poster

Hace apenas cinco años que se estrenaba 'Con amor, Simon', la primera película producida por una major de Hollywood que giraba alrededor de un romance gay adolescente. La buena acogida de esta adaptación del libro de Becky Albertalli dio pie a una serie de televisión situada en el mismo universo, pero también a que exista un mayor interés por parte de las productoras a hacer películas o series con una temática similar.

Bien reciente tenemos la estupenda temporada 2 de 'Heartstopper' en Netflix, pero este viernes 11 de agosto toca hacer una parada en Amazon, ya que será entonces cuando Prime Video estrene 'Rojo, blanco y sangre azul' ('Red, White & Royal Blue'). Basada en la popular novela de Casey McQuiston, estamos ante una de las sorpresas del verano, ya que se trata de una comedia romántica con encanto y que tampoco anda corta en lo referente a la diversión.

Sencilla pero bien efectiva

En 'Rojo, blanco y sangre azul' encontramos varios elementos habituales en ese subgénero, siendo el más evidente que la pareja protagonista empieza llevándose muy mal, pero todo eso cambia cuando se ven obligados a pasar más tiempo juntos. Por ahí no esperéis grandes sorpresas en términos puramente argumentales, ya que su componente de amor en principio imposible sigue en líneas generales los cauces habituales, pero es precisamente el hecho de ser entre dos hombres lo que ayuda a darle un toque especial en muchos sentidos.

Por lo pronto, el romance entre Alex y Henry ya es diferente por el hecho de que el primero sea el hijo de la primera presidenta de los Estados Unidos, mientras que el segundo es un príncipe británico que ocupa una posición muy alta en la línea sucesoria. No es que 'Rojo, blanco y sangre azul' profundice mucho en ello, pero sí se aborda lo suficiente para que no sea un mero capricho y tenga repercusiones tanto en la personalidad de sus dos protagonistas como en la actitud con la que reaccionan a la chispa que surge entre ambos.

Todo eso lleva a que una de las grandes claves de la película sea la química entre Taylor Zakhar Perez ('Mi primer beso 2') y Nicholas Galitzine ('Cenicienta'), siendo ahí donde sentía más dudas hacia la películas. Estas se disiparon rápidamente ya con ese accidentado prólogo que incide en las diferencias entre ambos y luego va creciendo hasta el momento en el que su primera muestra real de afecto se siente como una evolución natural de lo que hemos visto hasta entonces.


Rojo Blanco Y Sangre Azul Escena

Ahí la frescura que logra capturar el guion de Matthew Lopez, también director de la película, y Ted Malawer también ayuda lo suyo, pues nunca está de más tener un buen material de base que los actores intenten llevar a su terreno. Ahí nace una sinergia que ayuda a que todo en 'Rojo, blanco y sangre azul' se sienta fluido, incluso cuando llega el inevitable bache dramático que amenaza con separarlos para siempre. Ahí es cuando todo se siente más convencional, pero la película nunca se recrea más de la cuenta en nada, logrando así un ritmo vivo que compensa su naturaleza de idílico pasatiempo superficial.

El propio Lopez parece consciente de ello, por lo que no se complica para nada en lo referente al trabajo de puesta en escena, donde al menos sí se consigue esquivar un acabado visual propio de un telefilm de sobremesa. No esperéis mucho más en términos estrictamente cinematográficos, pero sí que no se trate de una obra descuidada para limitarse a intentar exprimir la popularidad de la novela original.

Por ello, lo que prima aquí es que 'Rojo, blanco y sangre azul' sea una película dinámica que intenta tener los pies en el suelo a la hora de abordar una premisa más propia de una fantasía. Ahí depende de lo que uno espere, ya que sería fácil criticar que la gran mayoría de personajes secundarios apenas tiene entidad, pero eso también puede verse como que no son más que complementos al plato principal. E incluso así hay motivos que celebrar, pues Sarah Shahi es quien comanda la escena más graciosa de toda la función y siempre es una alegría ver en pantalla a Stephen Fry, incluso aunque sea de una forma tan breve.

Protagonistas Rojo Blanco Y Sangre Azul

Otro detalle que juega a su favor es que sus protagonistas no sean adolescentes, ya que eso habría jugado en su contra en el caso que nos ocupa. El hecho de tener una cierta madurez pese a su juventud ayuda a dar un mayor equilibrio al inesperado romance que surge entre ambos, aportando de paso una pequeña dosis extra de credibilidad a que jueguen con la idea de estar manteniéndolo en secreto. Como he dicho en otros apartados, no esperéis algo revolucionario, pero sí otra muestra más de que hay un trabajo detrás de 'Rojo, blanco y sangre azul' para que realmente destaque como comedia romántica orientada a un público masivo.

Al final lo que ofrece la película no deja de ser una historia del descubrimiento de los sentimientos propios y de aceptar quién es uno mismo por encima de lo que otros puedan opinar. Todo eso barnizado con una ligera dosis de cuento de hadas, otra aún más pequeña de realidad política y, sobre todo, una historia bien planteada y mejor resuelta por sus dos protagonistas. Tampoco es que la competencia sea feroz, pero eso no quita que tenga mérito que 'Rojo, blanco y sangre azul' sea una de las mejores comedias románticas de los últimos años.

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