'Adventureland': yo crecí en los ochenta y sobreviví

'Adventureland': yo crecí en los ochenta y sobreviví
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El 27 de noviembre se estrena 'Adventureland', un film sobre un joven, interpretado por Jesse Eisenberg, que se ve obligado a pasar el verano trabajando en un parque de atracciones de pueblo y sobre las amistades que hace en este lugar. El film está dirigido por Greg Mottola, autor de 'Supersalidos', pero no por ello —ni por el engañoso tráiler— os esperéis una comedia descerebrada, ya que este film es una mirada nostálgica y muy resentida a una etapa de la vida de Mottola, donde el humor es el menos presente de los ingredientes.

Lo que más se ha celebrado de este film —que ya llega con mucho retraso y, por ello, con una gran parte de su taquilla perdida en medios que no requieren espera— es su tono. 'Adventureland' se acerca con detenimiento a sus personajes y los contempla con cercanía y ganas de comprenderlos. Se desarrolla sin estridencias ni en su trama ni en el comportamiento de los protagonistas y te hace sumergirte en una apatía similar a la que sienten los empleados del parque, aplatanados por un verano que aparenta no tener nada que ofrecerles. Cada uno a su manera, todos son perdedores, incluso el que parece más guay —o precisamente ése el que más—. El mérito, por lo tanto, de este tono apagado, pero no carente de interés, más que en cómo está creado reside en cómo se contagia.

Las historias que conciernen a los personajes secundarios me atrapan y emocionan sin problema. No sólo cuentan con actores hacia los que siento simpatía por verlos en series, como Martin Starr—en la fotografía siguiente— o Ryan Reynolds, sino que, además, las encuentro llenas de interesantes observaciones sobre la vida o las relaciones. Mejor aún que el disfrute momentáneo es el poso que queda con respecto a estas cuestiones tras finalizar la película.

Martin Starr

Sin embargo, la situación de mayor preponderancia es la que menos me seduce: se trata del romance entre el protagonista una joven encarnada por la Kristen Stewart de la saga 'Crepúsculo' en un papel mucho menos cursi. Esta chica presenta para los hombres el atractivo de ser una más de su pandilla, alguien con quien charlar y compartir gustos, a diferencia de Lisa P. (Margarita Levieva), mucho más guapa y deseable, pero distante en apariencia. La relación entre James y Em se estirará sin apenas avances a lo largo de todo el metraje, no por la existencia de ningún conflicto, sino por la simple confusión de la joven.

Encuentro dos inconvenientes en este planteamiento: por un lado, me despierta poca curiosidad ver si finalmente se deciden a estar juntos cuando desde el inicio sé que existe una atracción. Al final resulta que 'Adventureland' sí que tiene algo en común con 'Supersalidos'. No es el tono, no es el tipo de humor, no es el ritmo, no es siquiera la "pringadez" de sus personajes —aunque no es tan descabellado comparar a Eisenberg con Cera—, sino ese objetivo del protagonista que le impulsará durante toda la película. Por otro lado, el personaje de ella no puede caerme bien, ya que se comporta como una niñata caprichosa que disfruta autocompadeciéndose. Stewart lo hace bien, pero no es la Linda Cardellini de 'Freaks and Geeks', pues aquella dibujaba un personaje de una autenticidad como pocas veces he visto en un producto audiovisual.

Por lo tanto, considero que habría estado mejor limitar esta trama a un plano de menor importancia y dejar por encima otras cuestiones, en lugar de orquestarlo todo a raíz de ella. Y no es la primera vez que decimos de una película de los amigos de Judd Apatow que triunfa en lo secundario y fracasa en lo principal.

Margarita Levieva

'Adventureland' cuenta con unos encuadres y una luz muy elegantes y nada ostentosos. La ambientación en los años '80 quizá no aporte nada, salvo una semejanza con los hechos reales para el director. Para mí, lo que ofrece es esa banda sonora, llena de éxitos de entonces, que nos distancia de lo narrado en el tiempo a la vez que nos acerca en empatía.

'Adventureland' es un film, en conclusión, que deja un buen poso y crece en el recuerdo. Se podría considerar una película menor, que decepcionará quizás a quienes vayan al cine esperando una comedia desternillante; pero que podría sorprender gratamente a quienes la estén rechazando por el mismo motivo. En ese tono menor, cotidiano y carente de grandes aspavientos está su valor.

Mi puntuación:

3
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