Antes de morir, Matthew Perry no quería ser recordado por 'Friends', sino por este noble propósito que se marcó en la vida

Cuando no estaba en rehabilitación, el actor dedicó gran parte de su vida a ayudar a los demás a permanecer sobrios

Matthew Perry Sobrio
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Con la muerte el pasado sábado de Matthew Perry, se va todo un trozo para la generación que crecimos viendo 'Friends' (una y otra vez). Sin embargo, el actor no quería ser recordado por coprotagonizar la mítica sitcom, sino por un noble propósito que se marcó para el resto de su vida.

Así lo desveló Perry en una entrevista durante la promoción de sus memorias 'Amigos, amantes y aquello tan terrible' (Friends, Lovers and the Big Terrible Thing) en las que se abría en canal para contar todo el drama y la espiral de drogas y alcohol en la que cayó durante el rodaje de la serie, una batalla con la que estuvo lidiando gran parte de su vida.

Él tampoco se recuerda en 'Friends'

El actor asegura que hay temporadas de 'Friends' de las que no tiene recuerdo alguno y que «no he visto la serie porque podría estar que si bebiendo... opiáceos... cocaína...». De hecho, Perry asegura que podría reconocer la temporada de inmediato según su aspecto (y ahí podemos comprobar los tremendos cambios físicos que había de temporada en temporada).

Volviendo a la entrevista, el actor reconoció en ella que en lugar por el papel que le catapultó a la fama, a él le gustaría ser recordado más por alguien que ayudaba a la gente a superar sus propias adicciones:

«Lo mejor sobre mí, sin duda, es que si alguien viene a mí y dice "No puedo dejar de beber, ¿me puedes ayudar?" Pueda decir "sí" y continuar y hacerlo. Cuando muera no quiero que 'Friends' sea la primera cosa que se mencione. Quiero que eso sea la primera cosa que sea mencionada. Quiero vivir el resto de mi vida demostrándolo.»

Después de la serie, y de rehabilitación, el actor decidió transformar su casa en Malibú, California, en un centro de recuperación para alcohólicos que estuvo en activo hasta 2015. A pesar de sus caídas en adiciones como opiáceos e idas y venidas a centros de rehabilitación (calcula que entre unas y otras ha gastado más de 9 millones de dólares), siempre se marcó como meta el ayudar a los que caían, sobre todo, en el alcohol.

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