'Sábado sensacional', todo lo que está mal en TVE reunido en una gala de variedades

'Sábado sensacional', todo lo que está mal en TVE reunido en una gala de variedades
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La 1 de RTVE retrocedió ayer quince años en su historia con la emisión de 'Sábado sensacional'. Jose Luis Moreno volvía a la televisión pública para poner la caspa, lo cutre y lo manido en cuatro horas de gala sin anuncios, tan despreciable como hipnótica. Música en playback, humor ochentero y guiones del Pleistoceno se dieron cita anoche como ejemplo de la miseria que rodea a nuestra televisión pública desde hace ya unos cuantos años.

Josep Lobató, Mar Saura, Pablo Puyol y Ana Obregón estuvieron al frente (¿realmente hacía falta meter cuatro presentadores?) de la gala, pero en lugar de aprovechar sus mejores o peores dotes de presentación, Moreno decidió entregarles un guion muy pasado y artificial que se basaba principalmente en la guerra de sexos. Fueron ellos también los encargados de dar unos consejos sobre seguridad a los adolescentes y las familias que este verano salían a la carretera de vacaciones; la vergüenza ajena, solo con esto, era ya insostenible. Pero se trataba solo del aperitivo.

Las actuaciones musicales fueron el tema principal de la noche, aunque llamar "actuación musical" a lo que hubo encima de ese escenario es tener mucho optimismo. Un playback horroroso acompañaba a casi todos los cantantes de la noche (Ruth Lorenzo fue la única que se dignó a cantar en directo), muchos de ellos ni siquiera se sabían la letra de la canción y el montaje de cada actuación era espantoso: cámaras que no paraban de temblar, planos recurrentes a chicas guapas... el "low-cost" esperable de cualquier gala de Nochevieja.

Las escenas de humor se llevaron la palma en cuanto a vergüenza ajena, entre cuatro y cinco escenas de comedia que tenían en su mayoría el mismo punto de partida: los cuernos en un matrimonio, ya sean de él o de ella. Parece imposible para Jose Luis Moreno hacer humor con otro tema que no sea el enfrentamiento entre sexos, llevándonos de regreso a las galas cutres de los 90 o a su propio 'Noche de fiesta' que nos acechó hasta bien entrado el nuevo siglo. No hace falta decir que estas escenas no tenían la más mínima gracia.



Isabel Pantoja fue el eje musical de la noche, y si mal no recuerdo fueron cuatro las actuaciones que se marcó en 'Sábado sensacional', en riguroso playback (impresionante que después de tantos años sea incapaz de mantener el micrófono cerca de la boca) y haciendo un dueto con su hijo Kiko Rivera que fue el colmo de la esquizofrenia. Que una persona condenada a prisión por blanqueo de dinero cobre dinero de las arcas públicas ya es para hacérselo mirar, pero que además los presentadores, previo guion de Moreno, alabaran su figura y el "esfuerzo" de la tonadillera por llegar hasta allí da ganas de vomitar encima del sintonizador TDT.

Todo esto aderezado con un grafismo que podía llegar a producir epilepsia, así como errores en continuidad, fallos de raccord, planos que se repetían una y otra vez (hasta cinco veces llegué a ver a la señora levantándose de su asiento)... un despropósito terrible del que probablemente se sientan orgullosos en la corporación. De su audiencia depende que lo tengamos perenne o no a partir de septiembre; los datos previos le dan en torno a un 12 % como segunda opción de la noche, muy por encima de la media de la cadena. Esperemos que no sea suficiente.

Foto | @anitaobregon

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