'Coslada cero' y el problema de los casos reales

'Coslada cero' y el problema de los casos reales
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Ya empieza a ser tradición que, cada vez que una cadena estrena una TV Movie inspirada en hechos reales, los implicados ponen el grito en el cielo en previsión de que la imagen que se dé de ellos no les deje en buen lugar. Ahora le ha tocado a ‘El Bloke. Coslada Cero’, que La 1 tiene previsto emitir la semana que viene si las medidas cautelares no lo impiden.

El revuelo que se ha montado en torno al estreno de la serie viene motivado por protestas de los vecinos, del Ayuntamiento de Coslada y de Ginés Jiménez, uno de los principales imputados en el hecho real que recrea esta ficción. Las principales acusaciones hablan de la vulneración del derecho a la presunción de inocencia y de las lesiones que se pueden causar a la imagen de la ciudad.

Yo no soy aficionada a este género, vaya eso por delante, pero opino que siempre que se respeten unos límites, y las productoras de las TV Movies los conocen a la perfección, el sacar adelante una ficción basada en la realidad es algo que se hace en todos los medios, no sólo en la televisión. Está claro que la difusión que puede alcanzar una TV Movie es una amenaza para los que tengan algo que ver en los casos concretos, pero lo que no se puede pretender es coartar un producto sólo por su parecido con la realidad que, eso sí, no tiene nada de coincidencia.

Desde Televisión Española explican que la serie está basada en informaciones publicadas, que no se cuestiona el papel de la policía y que la ciudad y sus instituciones son tratadas con respeto. Es decir, que han cambiado los nombres y que los personajes son ficticios, cosa más que suficiente para poder emitir la serie con todas las garantías. De hecho, ya han pasado antes por polémicas de este tipo y el resultado siempre les ha sido favorable.

Entiendo que, en el fondo, el principal temor que esconden todas estas reclamaciones es que, por mucho que la serie remarque el aspecto de ficción, la gran mayoría de los espectadores la reciben como una verdad o, al menos, como parte de ella, y eso es lo que puede terminar siendo dañino para los afectados pero, en cualquier caso, no se educa la conciencia crítica de la audiencia pidiendo que se cancele una emisión, al contrario. Este tipo de actitudes dan más fuerza a los que se creen que todo lo que está basado en hecho reales es, además, verdad, una asociación fácil de hacer pero simplista sobre todo tratándose de algo que, en el fondo, no es más que una serie.

Vía | El Mundo
Imagen | RTVE
En ¡Vaya Tele! | Sí que podrá verse la serie sobre el crimen de Fago

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