'The Goldbergs' o cómo no rendir homenaje a tu infancia

'The Goldbergs' o cómo no rendir homenaje a tu infancia
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Os soprenderíais saber cuantas y cuantas producciones audiovisuales (o por lo general todo tipo de ficción) tienen algún componente autobiográfico del autor, creador o como queráis llamarlo. Sobre todo en comedia. Hay multitud de sitcoms cuyas premisas (ya sea la general o alguna episódica) está basada en las experiencias de sus guionistas. Y algunas de esas experiencias nos han dado series sensacionales, pero 'The Goldbergs' no lo es.

'The Goldbergs' es una sitcom de ABC que sigue el día a día de la típica familia de los ochenta. La característica principal es que esta familia es la versión ficticia de la de Adam F. Goldberg, creador de la serie y de la cancelada 'Breaking In'. De hecho está contada desde el punto de vista de su contrapartida infantil, el pequeño Adam (Sean Giambrone) y su inseparable cámara VHS.

La familia de Adam no podría ser más "típica": Un padre que ejerce de rey de la casa (Jeff Garlin), la madre a la que no se le escapa ni una y que dios te pille confesado si haces algo que no consienta (Wendi McLendon-Covey) el hermano adolescente incomprendido y repelucón (Troy Gentile), la hermana que va a su bola (Hayley Orrantia) y el abuelo que solo quiere que sus nietos consigan lo que quieren (George Segal).

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ENFOQUE PROFUNDO Y LENTES PARTIDAS

El principal lastre de la serie es la intención de Goldberg de presentar a su familia de la forma más realista y verosímil posible. Esto que ya de por sí es una declaración de intenciones y una afrenta al mismo género, implica que nos encontramos con personajes sosos cuya mayor fuerza reside en la que le den los actores que los encarnan. Y en este sentido la única que se come la pantalla es Wendi.

Si tenemos personajes sosos, Goldberg debería haber construido por lo menos situaciones más o menos divertidas. Pero tampoco las proporciona. 'The Goldbergs' es una mezcolanza entre apelación a la generación de los ochenta, ejercicio de nostalgia mal entendida y las experiencias del joven Goldberg. Como concepto está bien, y de hecho tenemos grandes ejemplos de sitcom "autobiográfica" como 'Everybody Hates Chris', pero no hay por donde cogerla.

Lo peor de 'The Goldbergs' es que lo veas como lo veas es una serie fallida. Quiero decir: tienes todos los ingredientes para crear una comedia familiar aleatoria, uno de los géneros más clásicos y que mejor funcionan en pantalla, la promesa de un millón de anécdotas familiares de parte del creador de la serie, y entregas un piloto soso más un segundo episodio aún más soso dando resultado a que mis ganas de ver el tercer episodio sean menos que nulas.

En ¡Vaya Tele! | Series de estreno: ABC

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