Razones para engancharse a ‘La vida en piezas’ en FOX Life

Razones para engancharse a ‘La vida en piezas’ en FOX Life

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Razones para engancharse a ‘La vida en piezas’ en FOX Life

La sitcom lleva años sufriendo una transformación. Aunque el formato clásico nunca ha muerto (ni probablemente morirá del todo), es notable cómo las networks han ido buscando planteamientos cómicos que se ajustasen más a los tiempos modernos. ABC, por ejemplo, ha recorrido con éxito la senda de la minoría racial y NBC solía ofrecer falsos documentales con un estilo de humor diferente. CBS, precisamente caracterizada por ser las cadenas con más sitcoms de formato noventero, decidió aventurarse en terreno poco conocido con ‘Life in Pieces’.

Eso sí, tampoco hay que exagerar. Aunque el formato, el estilo de grabación (una sola cámara, exteriores, muchos decorados…) y parte de su humor nos lleven a terrenos más modernos del género, no hay que obviar algunos factores que nivelan el riesgo. El más destacable es sin duda la familia, abuelos, hijos y nietos que se relacionan en torno a un núcleo familiar muy tradicional, blanco y sin apenas minorías de ningún tipo. Consigue sortear esos jardines sin mojarse ni dejarse en evidencia pero no puede evitar que destaque por comparación.

Lo de siempre, pero a carcajadas

Lo que más sorprende de ‘La vida en piezas’es lo bien que aguanta que los planteamientos de cada historia se muevan en el terreno de lo clásico, lo blanquito y ligero. No hay demasiadas tramas que entren en temas peliagudos o escabrosos; no innovan en el humor basado en las diferencias de género, no modernizan el tipo de dinámicas familiares ni actualizan valores. Sobre el papel, los conflictos podrían encajar perfectamente en una sitcom de los noventa; incluso de los ochenta.

Aunque parezca que lo puedo decir de forma despectiva, en realidad es más descriptivo que otra cosa. Aclaratorio. Sin embargo, una cualidad que también queda clara desde el principio es que no es una serie rancia. Clásica. Tradicional, sí. Pero no rancia. Y gran parte es gracias al tempo cómico, una suerte de dinámica divertida que exprime lo mejor de cada marcadísimo perfil de personaje y consigue sacarnos al menos un par de carcajadas por historia. Y no es que sea yo una espectadora de risotada, más bien tiro hacia la sonrisilla, pero ‘Life in Pieces’ siempre tiene algún punchline, algún gesto, alguna mirada o reacción que me sorprende riéndome con ganas.

Cuatro historias

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En esa química tan divertida juega un papel importante el formato de la serie. En lugar de un clásico episodio con sus dos tramas principales y el running gag de turno, ‘La vida en piezas’ opta por cuatro historias más o menos independientes, cada una centrada en un grupo de personajes distintos. Generalmente son los núcleos familiares los que establecen el centro de cada fragmento, pero en ocasiones han mezclado personajes en favor de otro tipo de conflictos.

Siempre existe una que funciona de algún modo, y de forma más o menos evidente, como nexo del resto, y casi siempre aprovechan lo mejor que pueda dar cada personaje a cada historia. Si un fragmento concreto está protagonizado por dos personajes, los guiones son muy hábiles a la hora de identificar qué otros miembros de la familia pueden inyectar comedia a ese tema, aunque sea con una frase o aparición fugaz. Como era de suponer en un formato así, no todas las partes funcionan igual o son igual de divertidas o brillantes, por lo que en ocasiones se percibe algo de irregularidad. Es algo que yo veo como una ventaja, ya que si hay alguno que no conecta contigo sabes que en pocos minutos llegará algo nuevo.

Gran reparto

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Todos estos halagos no serían posibles sin un plantel de personajes divertido. A pesar de ser poco más que estereotipos, ‘Life in Pieces’ aprovecha al máximo esos perfiles a la hora de construir los fragmentos; cuando algo es divertido no te planteas demasiado si el personaje está sacado de un molde o si está llevado demasiado a la caricatura. La niña pequeña, por ejemplo, es demasiado ocurrente para la edad que tiene, pero todas y cada una de sus intervenciones son TAN divertida que ni te lo planteas.

Se me antoja casi innecesario añadir la importancia que tiene el reparto en una comedia. No sólo es algo que modifica el contenido en cierta manera –ya que los guionistas van ajustando los personajes a los intérpretes que finalmente les dan vida-, sino que son esenciales a la hora de generar esa química conjunta y las idiosincrasias de cada uno. Aquí tenemos a James Brolin y Dianne Wiest como los abuelos, a un divertidísimo Colin Hanks (‘Fargo’), a Thomas Sadoski (‘The Newsroom’), a Betsy Brandt (‘Breaking Bad’ o a Dan Bakkedahl (‘Veep’) entre otros.

‘La vida en piezas’ se estrena mañana 24 de febrero a las 22:30h de forma simultánea en FOX Life y FOX. A partir del segundo episodio, desde el 28 de febrero, la serie se emitirá todos los domingos en FOX Life a las 23:00h. Si buscáis una comedia simpática, sin pretensiones y que os regale algunas sanas carcajadas, dadle una oportunidad.

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