'Mad Men', adiós con el corazón

'Mad Men', adiós con el corazón

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'Mad Men', adiós con el corazón

Que con el alma no puedo. 'Mad Men' se ha terminado, por siempre jamás. Los que hemos sido fans de esta serie, desde sus inicios, hemos vivido estos últimos capítulos como una amarga despedida que no queríamos que nunca fructificara, y es que, decir adiós a tantos hombres (y mujeres) locos, tantos buenos personajes, era muy difícil.

Había mucha expectación por saber cómo terminaría. Cuando, en 2011, se habló del cacareado acuerdo entre Weiner y AMC para pactar la duración de la serie, las teorías de toda índole no tardaron en surgir. 'Mad Men' siempre ha estado sujeta a todo tipo de especulaciones, así que, referidas a su final, tampoco podían faltar. Algunos hablaron incluso de un salto temporal que haría que la serie concluyese en los 80.

Lo cierto es que hemos vivido un final de serie que, en algunos momentos, en absoluto parecía el final de una serie. Cuando comenzó esta breve temporada, las tramas se sucedían como siempre, con esa manera paulatina, un tanto críptica, tan característica de esta ficción. Ya sabemos que Weiner no tiene por costumbre ponérselo fácil a los espectadores.

MacCann, el mundo por los aires

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De repente, entró en escena esta agencia de publicidad. La sombra de MacCann ha sido alargada durante toda la serie, los esfuerzos por huir de una absorción se sucedieron sin parar, propiciando algunas de las tramas más geniales. Y, ahora, de golpe, sin previo aviso, la hecatombe llegó. ¿El pez grande se come al chico? No importa lo bueno que seas, el mundo de los negocios se alimenta en base a estos movimientos y si entras en este juego, has de asumir las pérdidas.

A partir de ahí, sí intuimos el final del ciclo, pero no como habíamos imaginado. El sueño de los hombres de Madison se desmembró: Ken fue de los primeros en ser despachado; a Joan le quedaron pocas opciones; Don huyó, como tantas veces; incluso Pete dejó el barco. Es curioso cómo en una de las secuencias del último capítulo, vemos cómo Harry Crane se encuentra ufano y relajado, él sí es feliz en esa nueva situación.

El viaje de Don


Don Draper, ¿cuánto más podremos seguir hablando de ti? Don es el hombre que se hizo a sí mismo, que logró triunfar por sus propios medios, abriéndose camino desde cero... y que siempre ha sido infeliz. Su imperturbable imagen, de tipo duro y autosuficiente, nunca fue bastante para mitigar la horrible tormenta interior que ha destrozado su vida.

En esta última temporada, hemos visto a Don marchar en un viaje en el que fue dejando de lado muchas de las cosas que formaban su coraza. Primero, fue su gran piso, sinónimo de ese matrimonio de ensueño con Megan que acabó tan mal. El piso vacío, con los muebles de terraza y la mancha de vino, resultaban desoladores. Después, hemos tenido el recorrido por carretera, a ninguna parte, en el que Don se fue desprendiendo de su traje, su coche, para acabar con un hatillo de pertenencias que cabían en una bolsa de papel.

Empieza de nuevo, viste vaqueros, prueba coches de carreras... Una llamada de Sally le obliga a darse de bruces con la realidad. Todos parecer pensar que Don no es capaz de encargarse de nadie, ni siquiera de sus hijos ahora que van a necesitarle tanto. ¿Será ese desamparo el que le empuja a buscar a Stephanie, el reflejo de una Anna Draper en la que siempre encontró cobijo?

Así, llegamos a Don en su retiro espiritual y... al anuncio real de Coca-Cola de 1971, en el que tantas personas, imbuidas de paz y amor, cantan al unísono. Cuando Don ha tocado fondo, cuando llama a Peggy "person to person", ésta le pregunta si no quiere trabajar en Coca-Cola. Esta frase, unida a la sonrisa de Don mientras medita, a la blusa y las trenzas de la chica del anuncio... ¿Volvió Don a trabajar en publicidad y consiguió uno de los spots más famosos de la historia? ¿Qué nueva adivinanza nos ha preparado Weiner para que no paremos de hablar del final de 'Mad Men'?

Betty

Betty
Se llama Betty Francis, pero, para nosotros, siempre será Betty Draper. Este personaje, interpretado por January Jones, ha sido, para muchos fans de 'Mad Men', como el coco, el terrible monstruo caprichoso, triste imitación de Grace Kelly, que hacía infeliz a su familia, una y otra vez. Betty ha representado, en muchos momentos, un modelo de mujer terrible, superficial y frívolo. Pero también ha sido una luchadora, alguien que desafió a sus propios convencionalismos.

Ahora que sabemos que va a morir, nuestro corazoncito sufre con ella. En el final de sus días, Betty se mantiene fría y serena. Ha madurado y enfrenta la última parte de su vida tratando de que el miedo no la paralice. En realidad, ya la hemos visto morir. No nos hace falta un lecho cubierto de angustia, un pozo de ojeras y una familia llorosa. Afortunadamente, 'Mad Men' es más elegante que todo eso: una Sally muy adulta toma el relevo de su madre mientras ésta se despide en su eterna pose: sentada a la mesa de la cocina, leyendo el periódico.

Sally y Betty reconciliadas en la tragedia, sin apenas decirse nada. Muy reveladora fue la escena en que Henry se planta en la residencia de Sally, para contarle acerca de la enfermedad de su madre. A todos nos queda muy claro que Henry lo hace porque necesita un desahogo, porque no es capaz de afrontar la realidad él solo.

Finales para todos

Peggy
El último capítulo sí ha tenido esas clásicas secuencias más convencionales en las que vemos el camino que han tomado los personajes. Y nos alegra bastante decir que, contra todo pronóstico, han predominado los finales felices. Pete, otro personaje que aprendimos a querer con el tiempo, se reconcilia con Trudy. Roger y Marie se casan, esperando envejecer juntos, algo que, como dice el propio Roger: "sucederá mañana".

Y para nuestras chicas preferidas: para Peggy y Joan, mucha prosperidad. Por un lado, ¡por fin! se resuelve esa tensión sexual que Peggy ha vivido con Stan desde el principio de los tiempos, desde que Stan se peinaba con la raya a un lado, más bien. La conversación en la que Peggy le confesaba su secreto más íntimo fue el preludio de una de las declaraciones más estrafalarias de la televisión. Y Joan, alejada de su estereotipo de mujer cañón, de los hombres que la adoran tanto que no quieren compartirla con nadie, se decide a formar su propia empresa: una productora.

Madmenteles
En fin, que se acabó, se acabó para siempre. 'Mad Men' es una de mis series más favoritas del mundo mundial y me da muchísima pena que se haya terminado. Y me parece que no soy la única, ¿qué pensáis de todos esos rumores acerca de un posible spin-off? ¡Estaremos atentos!

En ¡Vaya Tele! | Despidiendo a 'Mad Men'

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