'Life': Un cierre con posibilidades

'Life': Un cierre con posibilidades
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Si 'Life' no conoce una tercera temporada (lo que parece muy probable), no se puede decir que no hayan utilizado el final de la segunda para no darle un posible cierre a toda la serie. Sabemos algo más sobre la conspiración y sobre el papel que Mickey Rayborn jugaba en ella, pues eligió a Crews para que fuera uno de los que manejaran todo el tinglado que él, Jack Reese y los otros policías tenían montado. El plan salió mal, tendremos que asumir que porque alguno de los colegas de Rayborn metió la pata y, como consecuencia, Crews pasó 12 años en la cárcel. se soluciona también toda la subtrama de Roman Nevikov, compinche de los policías corruptos, y hasta Ted consigue en parte lo que quiere, porque se va a buscar a su amada Olivia a España. Y para el final nos dejan una insinuación un poco extraña, porque la serie había funcionado a la perfección sin la necesidad de apuntar que la relación entre Crews y Reese podía ir más allá de lo profesional, como parecen insinuar los últimos minutos.

Si esto es el final del viaje para 'Life', dicha insinuación puede ser simplemente un guiño para los fans y para todos los shippers de esta pareja de policías. Lo cierto es que, para mí, es innecesaria. La química y la dinámica entre Crews y Reese es de dos compañeros que se complementan bien, confían el uno en el otro y hasta, a su manera, podrían ser amigos, sin que tenga que haber tensión sexual no resuelta. Les costó un poco despegar, pero ahora es inconcebible pensar en Crews sin Reese, y su relación eleva cualquier caso poco interesante. Si la serie se acaba aquí, ese peculiar dúo será lo que más se eche de menos.

El último tramo de la segunda temporada tuvo que lidiar con el embarazo de Sarah Shahi, pero la trama de la investigación paralela del FBI y el rapto de Reese han resultado funcionar tan bien como la abducción de Scully en 'Expediente X'. Tiene el mismo potencial de convertirse en un punto de inflexión importante, sobre todo porque puede incluir a Reese en la investigación de Crews de la conspiración que lo llevó a la cárcel, con todas las ramificaciones familiares que tiene para ella. La compañera que la ha sustituido en estos últimos episodios, Jane Seever (interpretada por Gabrielle Union), ha sido un contrapunto simpático para Crews y Tidwell, y la experta en seguridad encargada de proteger a Rayborn (interpretada por la mujer en la vida real de Damian Lewis, Helen McCrory) ha formado un divertido dúo con Ted.

Todo esto, claro, depende de que la NBC continúe confiando en 'Life' a pesar de sus pobres audiencias. El paso del viernes al miércoles las mejoró un poco al principio, pero la competencia de 'Perdidos' y 'American Idol' no le ha hecho ningún bien. El programa diario de Jay Leno de lunes a viernes en la próxima temporada obliga a una reorganización completa de la parrilla de la cadena, y hasta que no sepamos con qué pilotos decide quedarse, tal vez no descubramos si 'Life' continúa viviendo de prestado o pasa a la historia de lo que podría haber sido. Yo sigo sorprendiéndome de que ésta no tenga ni la mitad del éxito del que disfruta 'El mentalista'.

En ¡Vaya Tele! | Ocho razones para ver 'Life'

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