'Don't Trust the B---- in Apartment 23', la zorra que me conquistó

'Don't Trust the B---- in Apartment 23', la zorra que me conquistó
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Abril es el mes de los “restillos” en las cadenas estadounidenses, esas series poco valoradas, sin ninguna expectativa de futuro y con el único objetivo de ripiar el hueco que dejan las veteranas que se acaban antes de mayo. En esa marabunta de autodestrucción en la que la NBC es experta, la cadena ABC ha apostado por ‘Don’t Trust the B—— in Apartment 23’; la serie pintaba algo más atractiva de lo normal para tratarse de midseason, y se ve que la cadena quiere darle una oportunidad y la ha colocado detrás de ‘Modern Family’, con éxito.

Don’t Trust the B—— in Apartment 23‘ es la historia de una zorra, de su compañera de piso y de Dawson el de ‘Dawson Crece’. La zorra (Chloe) es Krysten Ritter, la veterana actriz a la que muchos recordarán por su papelazo hace unos años en ‘Breaking Bad’. La compañera de piso (June) es Dreama Walker, una ilusa que se traslada a Nueva York para ver cómo su vida personal y profesional se vienen abajo en apenas una semana. Y James Van Der Beek es James Van Der Beek en el papel de su vida atormentada por el fantasma de Dawson Leery.

Lo interesante de la serie es precisamente la “bitch” que nos ponen ya en el título, una Chloe implacable, estafadora y manipuladora que hace todo lo posible por sacarle dinero a los inocentes compañeros de piso que se atreven a pisar su casa. El episodio piloto nos enseña perfectamente su personalidad, su pasado y su modo de vida, su relación con James y cómo llega a empatizar con June para dejarla vivir en su casa sin estafarla ni hacerle la vida imposible. Una grandeza atribuible, sobre todo, al papelón de la actriz.

June tiene toda la pinta de ser ese personaje insustancial que sólo sirve de excusa para plantear algunas tramas, pero ojo al personaje de James Van Der Beek (que no sabemos dónde acaba la persona y dónde empieza el personaje), que ha demostrado no defenderse nada mal en el territorio de la comedia. Dawson ha crecido y se ha convertido en un madurito apuesto al que no hay que perderle la pista, y la serie no pierde puntada a la hora de recordarle su pasado. Otro punto a favor.

Su estreno el pasado miércoles fue un éxito, motivado sobre todo por el “lead in” de ‘Modern Family’, pero ni la ganadora del Emmy marcó uno de sus datazos de audiencia ni ‘Don’t Trust the B—— in Apartment 23’ perdió la mitad de su audiencia como hacía a veces ‘Happy Endings’, por lo que parte del mérito es propio. Habrá que ver cómo sigue de aquí a los upfronts, pero si continúa en esta línea argumental y de audiencia, todos saldremos contentos.

En ¡Vaya Tele! | Otoño 2011: Nuevas series ABC

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