'Mad Men', el azote de la muerte

'Mad Men', el azote de la muerte
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Matthew Weiner nos ha tenido a pan y agua; haciendo gala de su personalidad, nos ha racionado la información de 'Mad Men', sin trailers, sin apenas imágenes nuevas y con poca o ninguna información. No ha sido hasta el estreno, el pasado domingo en AMC y el lunes en Canal + 1, cuando por fin hemos podido ver el contexto de esta temporada, tanto cronológicamente (que ni siquiera sabíamos a ciencia cierta dónde íbamos a comenzar) como desde el punto de vista de sus personajes, que han evolucionado lo suyo en este tiempo.

La sexta temporada de 'Mad Men' se inicia unos cuantos meses después de la última escena que vimos el año pasado, aquélla en la que Don volvía de nuevo a sus pecados, o eso intuíamos. En este tiempo, Megan ha pasado a ser actriz de telenovela, Peggy es ahora jefa en su nueva firma, Roger continúa aficionado al vodka y Betty... no ha perdido ni un kilo de peso. ¿Y Don Draper? ¿Sigue siendo fiel a Megan o ha vuelto a la "mala vida"?

Weiner ha querido colarnos la muerte por todos los frentes posibles, de forma directa e indirecta. Ya desde la primera imagen del episodio, en la que el médico vecino de Don realiza una resucitación cardio-pulmonar en el hall del edificio, nos queda claro que aquí va a pasar algo gordo. Y sigue en los minutos posteriores, con la muerte de la madre de Roger, de su limpiabotas, con el síncope del recepcionista del edificio y hasta con cierta escena de Don Draper tumbado en la cama durmiendo la resaca. Me la juego a que uno de los personajes principales no va a pasar de esta temporada.

Este inicio ha sido algo atípico, con varios frentes abiertos ya desde el inicio y con tramas excesivamente aisladas. Betty, Peggy y Don han desarrollado sus historias de una forma totalmente independiente, sin encontrarse en ningún momento y casi sin acordarse los unos de los otros. La sensación que da es que Weiner ha querido enseñarnos a los personajes principales uno a uno, sin interferencias, para luego unir las piezas y hacerles interactuar. O eso espero, no me imagino una temporada sin que Don y Peggy mantengan una de sus brillantes conversaciones, máxime cuando ella se parece cada vez más a su mentor.

Grata sorpresa me he llevado al ver a James Wolk, el actor principal de la fallida 'Lone Star', interpretando a Bob, un personaje algo disperso y misterioso alrededor de Sterling Cooper Draper Price; demasiado tiempo en pantalla ha tenido como para que su personaje termine siendo un mero comparsa. Y va a ser curiosa la relación entre Don y Sylvia, su nueva vecina y esposa del médico con el que tanto contacto ha tenido en este inicio. Se van a juntar varios factores que van a unir a ambas parejas, entre coitos y mentiras.

Volviendo al tema de la muerte, no sé cuándo sabremos quién es la víctima que el médico reanima en esa primera escena, pero yo reduciría la lista a dos personas: Don Draper y Roger Sterling. Si es el primero, la cosa quedarán en un susto; si es el segundo, probablemente acabe a dos metros bajo tierra. Su historia en este episodio, rodeada de muerte y vodka, apunta a ello. Pero, de momento, disfrutemos de la temporada y de sus historias intercaladas, esas que nos enseñan a Pete, Joan y compañía en su día a día. A mi gusto, lo mejor de la serie.

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