Luces y sombras del motociclismo en TVE

Luces y sombras del motociclismo en TVE
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Ser el único deporte de motor que le queda a TVE ha dado al motociclismo cierto aire de "disciplina mimada" en la cadena pública. El ente se vuelca durante el fin de semana en el que hay carrera, hasta el punto de haber conseguido hacer un despliegue acorde con sus medios: todo es enorme.

No son pocos los que recuerdan que, durante un tiempo, TVE maltrató a los aficionados al mundo de las dos ruedas. Siempre ha dado las carreras, sí, pero eso no significa que siempre les haya prestado atención. No están muy lejos los años en los que no veíamos ni tan siquiera el podio, por no hablar de que escaseaban las entrevistas a los protagonistas y otros datos básicos más.

Ahora, hay que reconocerlo, TVE juega fuerte: todos los entrenamientos, un previo antes del inicio de las carreras y los Grandes Premios en sí al completo, incluidos los momentos posteriores. Pero no todo es maravilloso y las retransmisiones siguen teniendo sus luces y también sus sombras.

Entre las luces, hay que destacar el esfuerzo colectivo de los profesionales de la cadena, cuyo trabajo brilla especialmente en los contenidos propios: vídeos interesantes, montajes muy buenos y, muy especialmente, un casi perfecto engranaje de los comentaristas en las distintas zonas del paddock. A veces parece increíble que se vaya saltando de un punto a otro sin que nada falle; no es habitual en las conexiones en directo y, desde luego, no con la fluidez que hay entre los comentaristas, que establecen un diálogo continuo y no ese molesto "yo digo algo y espero unos largos segundos a que tú me oigas para contestarme".

Además, hay un equipo de comentaristas muy potente: Álex Crivillé se está revelando como un piloto con recursos al micrófono y el resto son veteranos, aunque también se han aplicado en mejorar ciertas lagunas que los aficionados llevaban años achacándoles. Además, a Ángel Nieto hay que darle de comer aparte, porque él sólo podría llevar el peso del programa. A veces se le echa a faltar.

Entre las sombras, sin embargo, hay cosas también importantes. Por ejemplo, el hecho de que, al tener que estirar tanto los horarios y con el objetivo de hacer un programa contenedor muy largo, muchas veces los temas se repiten, o se elevan a la categoría de destacado nimiedades. Parte de culpa la tiene también la propia ambición de querer hacer una retransmisión larguísima y, después, por la noche, un programa de complemento. Se corre el riesgo de abarcar mucho y apretar poco.

Además, aún no se ha sabido encontrar un equilibrio entre retransmisión para neófitos y otra para expertos. Se nota que en TVE lo están intentado, pero, en general, dudo que el aficionado a las motos esté satisfecho con los datos y explicaciones técnicas de las que dispone a lo largo de la carrera. Y, por si fuera poco, la cadena apenas hace uso de su archivo. Uno ve el previo a la carrera y casi no aprende historia de las motos. ¡Y estamos hablando de quien lleva retransmitiendo el Mundial desde el principio de los tiempos!

No obstante, hay un tema que sigue doliendo como si fuera el primer día y que no tiene visos de solución: la publicidad. TVE, como tantas otras cadenas, no respeta al espectador en este sentido porque aún no ha encontrado un forma que no sea intrusiva. ¿Cuántos partidos de fútbol se cortan para emitir anuncios? Hay fórmulas para ganar dinero sin necesidad de que se tome al espectador por el pito de un sereno. Y no, no hablo de la dichosa pantalla partida. O, si acaso quieren utilizarla, que pongan al anunciante en pequeño y a la carrera en grande.

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