Ciencia-ficción: 'Al filo del mañana', de Doug Liman

Ciencia-ficción: 'Al filo del mañana', de Doug Liman
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Tras la sonora decepción que supuso el año pasado 'Oblivion' (id, Joseph Konsinski, 2013) ver a Tom Cruise en otro filme de ciencia-ficción no me emocionaba especialmente por mucho que, por lo que se iba sabiendo de dicha producción, en ella se fueran a dar cita —o al menos así lo parecía— el ambiente de 'Starship Troopers' (id, Paul Verhoeven, 1997) con la premisa de partida de 'Atrapado en el tiempo' ('Groundhog Day', Harold Ramis, 1993) y en la silla de director fuera a sentarse el efectivo Doug Liman, responsable de la primera entrega de las aventuras de Jason Bourne.

Con tales cartas de presentación, acudí al cine escéptico y con cierta predisposición a ser muy crítico con lo que 'Al filo del mañana' ('Edge of Tomorrow', Doug Liman, 2014) tuviera a bien ofrecernos. Pero tanto las reticencias iniciales como la citada predisposición se volatilizaban a los pocos minutos de una proyección que, previa a cualquier otra consideración, es entretenida a manos llenas y se sitúa muy por delante de todos los filmes del género que hemos podido ver este año con la sola excepción de la soberbia 'Rompenieves' ('Snowpiercer', Bong Joon-ho, 2013).

Quizás parezca que el que 'Al filo del mañana' esté por delante de títulos como la correcta 'Divergente' ('Divergent', Neil Burger, 2014) o la aburrida 'Gozdilla' (id, Gareth Edwards, 2014) tampoco sea decir mucho en favor del filme, pero lo cierto es que, comparaciones al margen, la cinta se sitúa a un nivel muy notable que quizás podría haber aspirado a rozar el sobresaliente de no haber sido por la inevitable complacencia con la que tenía que caracterizarse, sí o sí, una producción protagonizada por esa impoluta estrella de Hollywood que es Cruise.

'Al filo del mañana', revisitando el día de la marmota

Al filo del mañana 1

Partiendo, como decía más arriba, de la misma idea que la mítica comedia romántica de ciencia-ficción protagonizada por Bill Murray, 'Al filo del mañana' encuentra sus mejores bazas en el preciso manejo que hacen guión, dirección y montaje de lo que suponen algo más de dos tercios del metraje, esto es, la descripción de ese día que el personaje de William Cage, un cobarde mayor del ejército estadounidense, se ve obligado a vivir una y otra vez y del que sólo conseguirá salir si logra eliminar al Omega, el cerebro que se encuentra detrás de la invasión de la letal raza de los miméticos.

Apuntando ahí, y en algún que otro momento de los combates entre el ejército "aliado" y los extraterrestres en las costas de Normandía a la citada cinta de Verhoeven, la producción de la Warner juega a la perfección, como comentaba en el párrafo anterior, con el bucle temporal en el que se desarrolla el grueso de la función y, salvo un par de detalles que no están del todo bien cosidos, el guión firmado a seis manos por Christopher McQuarrie y los hermanos Butterworth es tan impecable como lo son los papeles de Cruise y Emily Blunt o ese sargento al que da vida Bill Paxton.

Con reminiscencias claras a 'Aliens, el regreso' ('Aliens', James Cameron, 1986), la inclusión del actor aporta una dosis de humor escueta y concisa que viene a ayudar al correcto fluir del metraje, una cualidad ésta última de la que, obviamente, es directa responsable la adrenalínica dirección de Liman, que se renueva constantemente y (prácticamente) no da señales de agotamiento en las dos horas de metraje, algo a lo que no es ajena la labor de edición de James Herbert, responsable, por ejemplo, de los vibrantes montajes de las dos entregas de las aventuras de Sherlock Holmes firmadas por Guy Ritchie.

Al filo del mañana 2

Con todo, lo apuntaba al principio, 'Al filo del mañana' se queda a las puertas del sobresaliente por no atreverse a dar el salto que pedía a gritos la conclusión de la acción. Y aunque las sensaciones que deja la opción tomada por los responsables del filme no son ni mucho menos insatisfactorias, se echa en falta en el cine mainstream que la cinta representa un mayor arrojo a la hora de eludir la autocomplacencia en la que no caía, por ejemplo, ese fantástico ejemplo del género que fue 'Looper' (id, Rian Johnson, 2012).

Que los últimos minutos de 'Al filo del mañana' consigan arruinarle la función a algunos espectadores —y cuidado, que a mi no me la "chafaron", ni mucho menos— dependerá en última instancia, de que, sabedor de lo que se va a ver, uno sea consciente de que esto es cine hecho para complacer al público mayoritario y no a la pequeña minoría que busca algo más. Ese algo más del que este blockbuster es genial excepción pero que, normalmente, hemos de ir a buscar a orillas menos concurridas que aquellas que bordean, y seguirán bordeando por mucho tiempo, las costas de Hollywood.

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