De manera inexplicable, parte de la conversación de 'Los asesinos de la luna' está orbitando por la sorpresa de que Martin Scorsese haga un film tan claramente político (aunque hay quien defiende que su política es inexistente, lo cuál es aún más inexplicable). Resulta chocante, ya que Scorsese ha sido un cineasta muy personal en la mayor parte de su filmografía, y eso ha incluido una visión política muy crítica sobre su propio país.
Sus retratos del poder, marcados por la codicia y la traición que desembocan en la paranoia, son ejemplos de su afilada mirada sobre Estados Unidos, convirtiendo a mafiosos y gángsters en análogos de aquellos que ostentan el poder y lo corrompen. Es cierto que eso entra en el rango de la interpretación, pero hay películas que resultan más inequívocas en sus intenciones. 'Kundun', a pesar de todo, es una de ellas.
Un líder ante el conflicto
No es de las mejores películas de su filmografía, e incluso algunos argumentaríamos que es uno de los mayores errores de cálculo de su carrera. Con todo, es una película fallida que entra en el rango de lo interesante, por todo lo que trata de diseccionar, y también por cualidades técnicas exquisitas e innegables. Una película que estuvo en el centro de la polémica, que causó uno de los mayores conflictos de la historia de Disney, y que se puede ver gratis en streaming a través de Tivify.
La película se basa en la historia del decimocuarto Dalai Lama, reclutado desde que era niño para ser el máximo representante de la religión budista y el pueblo tibetano. Una región que vive en un momento especialmente convulso, por los cambios de poder en el estado de China que amenazan al liderazgo y al pueblo, algo para lo que este joven Dalai Lama no se ha preparado a pesar de la instrucción recibida desde que tenía dos años.
Scorsese muestra cómo una fuerza superior intenta erradicar a toda una población en su territorio, valiéndose de la excusa de que hay que erradicar la presencia espiritual para liberar a los tibetanos de ese yugo, aunque sea una excusa para sus voluntades expansionistas. Algo con lo que el director puede empatizar, como creyente ferviente aunque sea desde el catolicismo. Marty intenta plasmar la opresión a través del componente religioso, aunque intenta forzar los paralelismos entre ambas creencias para resultar más cómodo a la mirada occidental (al igual que el hacer que los actores hablen en inglés).
'Kundun': una película maltratada
Aunque claramente supo meter el dedo en la llaga, con la indignación provocada en China. El país le reprochó a Disney, empresa jefe de la productora Touchstone, por aprobar una película así. A pesar de la defensa inicial de la película de Scorsese, 'Kundun' tuvo un estreno muy limitado que favoreció su condición de fracaso monumental. Algo que limitó seriamente sus opciones de Oscar, y de lo que posteriormente Michael Eisner, CEO de Disney en aquel momento, se congratuló moderadamente ante las autoridades chinas, ya que la empresa tenía planes de crear parques temáticos en el país.
El enfoque de Scorsese muestras sus limitaciones en esta historia concreta, siendo mucho más perceptivo en la represión religiosa en 'Silencio' y más contundente en el genocidio político con 'Los asesinos de la luna'. Pero nada justifica el maltrato que derivó en su fracaso, especialmente cuando encontramos cosas tan destacables como la brillante fotografía de Roger Deakins, la edición tan exquisita de Thelma Schoonmaker o la portentosa música de Philip Glass.
Hay, sin duda, cosas que extraer de 'Kundun', como de cualquier otra película de Scorsese. Bien lo sabía Christopher Moltisanti.
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