'Zankyou no terror' cierra a medio gas su prometedor planteamiento sobre el terrorismo

'Zankyou no terror' cierra a medio gas su prometedor planteamiento sobre el terrorismo

4 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
'Zankyou no terror' cierra a medio gas su prometedor planteamiento sobre el terrorismo

Sinchiro Watabe no es ningún novato. Su currículum incluye títulos que ya se consideran clásicos del anime (o, como mínimo se cuentan entre los favoritos de muchos), como 'Cowboy Bebop', 'Samurai Champloo' o, más recientemente, 'Space Dandy'. Sólo el nombre de Watanabe atrae todas las miradas al nuevo título que presente, pero en el caso de 'Zankyou no Terror' el punto de partida resultaba de lo más estimulante.

Estamos en un Tokyo contemporáneo alternativo. Un día de verano, la ciudad sufre un ataque terrorista. La única pista con la que cuenta la policía son unos vídeos subidos a internet de una pareja de adolescentes que se hace llamar "Sphinx". A través de la mirada de los dos chavales, Doce y Nueve, y del policía que intenta descifrar los enigmas que éstos plantean de cada ataque, los porqués se irán desenvolviendo poco a poco.

Este es el punto de partida de 'Terror in Resonance', anime estrenado en una temporada de verano que ya da sus últimos coletazos, que produce MAPPA, estudio que colabora con Bones en 'Space Dandy' y que cuenta también con los diseños de Kazuto Nakazawa ('Samurai Champloo', 'Kill Bill'). La estupenda ficha técnica se completa con la brillante Yoko Kanno, compositora que es toda una leyenda en el terreno del anime ('Wolf's Rain', 'Ghost in the Shell', Cowboy Bebop', 'X/1999', 'Escaflone'...) y cuyo trabajo en la banda sonora es alucinante.

Un planteamiento desaprovechado

Con tan sólo un par de episodios, 'Zankyou no terror' ya se desbancaba como un anime a seguir. El terrorismo no es un tema ajeno a la animación japonesa -ni tampoco que los adolescentes sean los protagonistas de las historias-, pero el acercamiento adulto y oscuro, sumado al aspecto técnico, colocaron la serie a la altura de las expectativas. Los enigmas que Sphinx plantean capítulo a capítulo eran más funcionales que otra cosa, y ese primer tramo de episodios de estructura conclusiva se aprovechan muy bien para presentar los perfiles tanto de Nueve y Doce (los chavales) como de Shibazaki (el detective).

Este tipo de animes suele tener un punto de inflexión a mitad de temporada y con 11 episodios totales el cambio 'Zankyou no terror' llegó pronto. Con un nuevo jugador en el tablero, el argumento amaga con entrar de lleno en los porqués, en el pasado de los dos jóvenes y lo que pretenden con todos los ataques terroristas con los que en el fondo nunca quieren dañar a nadie. Sin embargo, nunca llega a estallar del todo, ni siquiera al final.

El caso es que se entrevén conflictos relevantes con Estados Unidos, la bomba atómica o el ejército Japonés -no entro en detalles para evitar spoilers- pero todo queda muy en la superficie, eclipsado por un juego del gato y el ratón basado en débiles motivaciones y que se centra en el aspecto más de acción y misterio en lugar de explotar y aprovechar lo verdaderamente estimulante de la historia.

El fantasmagórico y melancólico ending. El opening es este otro.

El apartado técnico de la serie es impecable. El diseño de personajes y la atmósfera gris encajan con el tono de la historia. Watanabe es un director excelente y es algo que demuestra en cada episodio, aunque en algunas ocasiones el guión desperdicie las posibilidades de ir más allá, no sólo por lo que comentaba antes, sino porque además hay ocasiones en las que se caen en incoherencias o detalles que le restan el realismo que envuelve la propuesta. Por no hablar de oportunidades desaprovechadas -como esa partida de ajedrez. La música de Yoko Kanno envuelve la historia y se alza como uno de los aspectos más destacables del conjunto; desde los fragmentos más dramáticos al piano hasta las combinaciones jazz-rock para los fragmentos más movidos.

Es una lástima toparse con un proyecto que prometía tanto como 'Zankyou no terror' y ver las posibilidades y oportunidades desaprovechadas episodio a episodio. Ser consciente de cómo esos personajes femeninos eran un lastre para la historia y cómo con algún episodio más quizá el último tramo podría haberse desarrollado mejor y no acabar con un cierre que deja frío e indiferente. En cualquier caso, siempre es interesante asomarse a lo que Watanabe tenga que ofrecer. ¿La habéis visto? ¿Qué os ha parecido? ¿Preparados para la temporada de otoño? Por cierto, el undécimo episodio acababa con el trailer de la segunda temporada de Psycho-Pass, aprovecho para recordar que os la recomendé por aquí y que hay tiempo para ponerse al día.

En ¡Vaya Tele! | Más artículos sobre anime

Comentarios cerrados
Inicio