Réplica es corazón y autobombo

Réplica es corazón y autobombo
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Viendo las promociones que había estado emitiendo Telecinco de Réplica ya era posible intuir el sentido del programa pero el estreno de anoche confirmó los peores augurios. Réplica se alimenta sobre todo de duplicar los contenidos de Telecinco y de reproducir los momentos más conocidos de algunos personajes del corazón. Carlos Latre repite el experimento de Latrelevisión y aunque está algo mejor, yo creo que sigue sin llegar al aprobado.

Las imitaciones están bien, lo que no termina de gustarme es la estructura del programa y los guiones que conlleva. Réplica parte de una imagen real para reproducirla casi al milímetro en una imitación. Desde mi punto de vista, el programa es demasiado fiel a la realidad en ese sentido y, en lugar de partir de lo real para hacer una verdadera parodia, se quedan en la superficie del asunto y el resultado es aburrido.

¿Son necesarias las imágenes reales de lo que se va a imitar? Yo creo que no. De hecho, los momentos escogidos ya hemos podido verlos en Sé lo que hicisteis..., por ejemplo, o en la propia cadena por esa costumbre que tienen de dar eco a unos programas en otros. El momento de Ana Obregón en La Noria o la final de Supervivientes son ejemplos claros. Por si no teníamos bastante con lo real, ahora además tenemos las réplicas que poco aportan al tema y que, con un contenido crítico nulo, redundan en un humor algo facilón.

En Réplica, además, tienen un bar en el que se descontextualiza a los personajes y que permite verlos actuar fuera de los vídeos. El parecido con Polònia debe ser pura coincidencia. La presencia de un entrevistado y de su réplica tampoco es demasiado original y si encima, como han hecho esta semana, invitan a Joselito, el gag pierde toda credibilidad e impacto porque el personaje no es más que otro asalariado de la cadena.

Con Réplica han conseguido fabricar un zapping de Telecinco, con un humor que, más que blanco, yo diría que es como el agua: incoloro, inodoro e insípido. Tenía esperanzas de que el programa pudiese contener algo de mala leche pero para nada, ni por asomo. Las bromas son sencillas, no hay caricaturas y que la calidad de las imitaciones sea aceptable no resulta suficiente. En Réplica sólo encontramos autocomplacencia en dosis elevadas.

Imagen | Telecinco En ¡Vaya Tele! | Carlos Latre vuelve a Telecinco con programa propio

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