Diccionario teléfilo: El pitch

Diccionario teléfilo: El pitch
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Hasta que un programa es producido y se emite en televisión, hay varias etapas que el guionista debe superar. Sin lugar a dudas, el desafío más importante y la prueba más complicada es el pitch (presentación verbal del proyecto a la productora o cadena de televisión destinataria del producto). Del pitch depende que el proyecto continúe su proceso de creación y por ello se define en función de técnicas de venta (se vende la idea), y se caracteriza por la brevedad y el impacto.

A la hora de afrontar un pitch hay que pensar que la persona (productor o ejecutivo de una cadena), al que pensamos venderle el producto es alguien que tiene que sentirse muy seguro a la hora de adquirir la idea porque gestiona dinero ajeno y su función es no malgastarlo. Del guionista depende convencer al comprador y para ello es muy conveniente que conozca a la persona a la que va a enfrentarse (cargo, funciones, proyectos que ha producido…).

El pitch dura diez minutos como máximo y hay que mostrar seguridad en todo momento. La información básica que hay que transmitir es el título y el género del proyecto; lugar y tiempo en el que se desarrolla la acción; de qué va (sinopsis); y hay que contar el final de la historia en el caso de las series porque eso dará información de cómo se piensa satisfacer a la audiencia. Todo esto sin olvidar mencionar los elementos originales del proyecto y siempre comparándolo con otros similares que ya hayan tenido éxito.

Si la presentación inicial ha ido bien, puede que haya que contestar alguna pregunta para concretar ciertos aspectos del proyecto y las respuestas a estas cuestiones deben ser igualmente breves, claras y contundentes. Puede que pregunten por el target del producto, la franja horaria para la que se ha pensado, por qué puede interesar a los anunciantes, el presupuesto e incluso si se ha pensado en una idea para la promo.

Uno de los pitch más originales e hilarantes de la televisión se reproduce en un episodio de Seinfeld de la cuarta temporada, cuando él y George van a vender el proyecto de su serie. Ése sería el claro ejemplo de lo que no hay que hacer a la hora de vender una idea. Aquí os dejo el enlace al guión del episodio, en inglés.

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