HKM, flojea en lo que debería ser potente

HKM, flojea en lo que debería ser potente
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He visto muchas series de adolescentes (es uno de mis pecados inconfesables), y HKM, Hablan Kantan Mienten, se presentaba como un serial juvenil de sobremesa con la novedad del aspecto musical. Pues bien, la parte del serial que nos es más familiar a todos puede gustar o no pero se acerca bastante a las exigencias del género. Es la parte musical, la que en teoría hace que la serie sea diferente, la que desde mi punto de vista no cumple unas expectativas mínimas.

Me ha llamado mucho la atención que cuando uno de los personajes principales, Laia, ha rapeado su tema, su banda sonora, haya sido en un descarado play back o, para entendernos, no se ha emitido el tema con el sonido directo sino que la canción se ha incorporado en post-producción. Me parece un error garrafal que resta mucha credibilidad al producto.

Por lo demás, en la parte positiva destacaría el uso de las cortinillas de aspecto callejero que actúan como transiciones a la hora de marcar un cambio de ubicación. La presentación de los personajes también ha sido buena porque en cuarenta y cinco minutos han establecido los roles principales y esto, en una serie coral, es complicado. Los múltiples decorados o ambientes y las diferentes tramas se han mostrado de forma equilibrada y el capítulo ha tenido ritmo.

En la parte negativa tengo que hablar de las interpretaciones de los jóvenes, que me parece que tienen que mejorar y esto en una serie de jóvenes es un problema. Sin ir más lejos, el reparto de Física o Química, también de actores desconocidos en su mayoría, me parece mejor. Empieza a ser un tópico que todos los profesores de arte, teatro o música sean los “enrollados”, aquí pasa también. En la primera parte del episodio hay un choque que no se ve y a estas alturas eso no se hace. Los conflictos profesor-alumno me han parecido que están tratados de una forma artificiosa, como el asunto del móvil en clase. Y para terminar la banda sonora instrumental, muy cercana a lo callejero, no me gusta porque me resulta artificial.

En resumen, que la serie puede funcionar en lo que se refiere a culebrón para jóvenes pero creo que tendrían que cuidar más el tratamiento de todo lo musical si no quieren perder el leitmotiv. Un montón de instrumentos no son una banda de música.

Imagen | Cuatro
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