'The Musketeers', el entretenimiento que no esperabas

'The Musketeers', el entretenimiento que no esperabas
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Qué difícil es hacer una nueva versión de un clásico como 'Los tres mosqueteros' de Alejandro Dumas. Esta gran historia, un clásico de la literatura, ha sido adaptada incluso en una serie de dibujos en la que los personajes eran perros. Sí, por eso, tenía ciertas prevenciones respecto a lo que me iba a encontrar en la nueva serie de la BBC. Y el resultado me ha sorprendido gratamente.

'The Musketeers' es una serie de aventuras, acción, romance y mucho más. ¿Sus virtudes? Pues me ha gustado mucho su ritmo narrativo, que hace que cada secuencia sea importante y que no se pierda el tiempo en ningún momento. Por ejemplo, en el arranque del segundo capítulo, tenemos el comentario de Porthos sobre la lucha de D'Artagnan: "Eso se lo he enseñado yo". En el piloto, los mosqueteros apenas traban conocimiento y en este segundo episodio, tan sólo con esa frase, ya están explicando que las relaciones de camaradería se han vuelto muy cercanas. Ha habido un paso de tiempo que no hemos visto, ni falta que hace.

Un vistazo a…
ENFOQUE PROFUNDO Y LENTES PARTIDAS

Otro punto fuerte de la serie son sus diálogos. No es fácil encontrar buenas réplicas. Y no me refiero sólo a que sean brillantes y certeras, sino que cumplan con su verdadera función: que nos cuenten, claramente, lo que los momentos visuales no son capaces de abarcar. En esta serie son informativos, efectivos e ingeniosos, desde luego. Y ese es otro punto muy agradable de 'The Musketeers', el tono cómico de muchos momentos, que aporta frescura y despeja cualquier atisbo de grandilocuencia que pudieras temer.

musketeers

Además, también me ha sorprendido darme cuenta de que la serie estará contada, mayormente, a modo de procedimental. En el primer capítulo, tenemos a los mosqueteros resolviendo un crimen, siguiendo pistas que les lleven hasta un impostor; y, en el segundo, D'Artagnan se infiltra en un grupo terrorista. Sí, como leéis, y las resoluciones de las tramas están bastante bien. Hay giros, sorpresas y todas esas armas narrativas que consiguen que pasemos un rato estupendo.

Por supuesto, hay una trama troncal que habla de las luchas de poder del Cardenal Richelieu, interpretado brillantemente por quien será el próximo Doctor, el actor Peter Capaldi. Una buena serie de género no puede funcionar sin un buen malo y éste ha de ser pérfido y cruel pero elegante y atractivo. Capaldi ya ha dejado muestras, en el corto transcurso de la serie, de que será un estupendo antagonista, con esa lucha que tiene contra los mosqueteros.

Los personajes, en fin, también parecen bastante interesantes. La serie corría el peligro de caer en los tópicos de sobra conocidos, pero los creadores han sabido darles misterios, pasados ocultos, intrigas por resolver y amores prohibidos como el que parece perfilarse entre Aramis y la reina, un conflicto bastante suculento. Vaya, que si estabais planteándoos darle una oportunidad a la enésima (es un decir) revisitación de la novela, os invito a que os dejéis atrapar por la frescura, gracia y buen hacer de esta entretenida producción.

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