'Crazy Ex-Girlfriend' tiene una música de sobresaliente pero el resto de insuficiente

'Crazy Ex-Girlfriend' tiene una música de sobresaliente pero el resto de insuficiente

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'Crazy Ex-Girlfriend' tiene una música de sobresaliente pero el resto de insuficiente

El género "musical" si bien vivió no hace mucho un pequeño auge, no se prodiga demasiado en la producción televisiva. No es de extrañar debido a que es muy exigente y con el ritmo de producción de las networks es hasta descabellado aventurarse en una aventura así. 'Crazy Ex-Girlfriend' es el último ejemplo de comedia/dramedia musical en televisión que nos ha traído TheCW.

Rachel Bloom (sí, la de 'Fuck Me Ray Bradbury') interpreta a Rebecca, una abogada completamente dedicada a su trabajo que un buen día de crisis emocional se encuentra con Josh (Vincent Rodriguez III), un antiguo noviete de campamento que le cuenta que se va a vivir a West Covina, California (a tan solo 2 horas de la playa, 4 si hay tráfico).

Como Rebecca está bastante pirada decide dejarlo todo, atravesar el país y pasar a trabajar en un pequeño bufete de West Covina, donde junto con su compañera de trabajo Paula (Donna Lynne Champlin) intentará retomar la relación con Josh porque "no es locura, es amor".

Si he tardado tres episodios para comentar 'Crazy Ex-girlfriend' es porque es una serie que me produce muchas dudas. Afortunadamente, a pesar de que sigue habiéndolas, cada vez veo más claro que la serie necesita mejorar bastante.

Y no me refiero a los números musicales que de momento han funcionado casi todos (hay alguno mediocre), sino a todo lo demás. A nivel de historia están navegando en la comedia larga y no dan con la tecla. Hasta hay tramos que resultan aburridos. Pero no pasa nada porque para ello está en el momento necesario el número musical que buscas.

Lo cual me lleva a la pregunta: ¿Compensa un rato brillante el resto del episodio? Y ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Creo que a nivel cómico 'Crazy Ex-Girlfriend' tiene muy buenos ingredientes: Ya solo con el jefe o con el hecho de que un amigo de Josh sea "white Josh" y múltiples de secundarios que pueblan West Covina se puede hacer grandes cosas, pero sea por duración o por planificación, se queda en algo bastante flojo.

Tanto Rachel Bloom como Aline Brosh McKenna llevan años haciendo sus pinitos en la comedia (y de hecho se nota que Bloom participa en 'Robot Chicken') y no dudo en que terminarán de dar con la tecla necesaria para evitar que la serie tenga tantos altibajos en cada episodio. Ahora el misterio es cuándo.

Una serie como esta no es para desecharlas de buenas a primeras, porque se nota que no tienen engrasados los engranajes y falta encontrar su sitio. El problema es, entonces, la paciencia del espectador y lo que valore en la serie. De momento 'Crazy Ex-Girlfriend', por muy simpática que me caiga, está al borde de caerse de mi "programación" personal... se queda en un necesita mejorar.

En ¡Vaya Tele! | CW da luz verde a 'Crazy Ex-Girlfriend'

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