No voy a negar que me acercaba a la sexta temporada de ‘Community’ con mucho recelo. No siempre fue así. Los tres primeros años fue una de las comedias más originales, imaginativas y divertidas de la parrilla, la dinámica de grupo que había creado desde capítulos muy tempranos era envidiable y sus episodios temáticos eran para enmarcar. Sin embargo, la cuarta temporada llegó con un notable bajón de calidad tras el despido de su creador; no era ‘Community’, era el intento de copiarla.
Con la quinta regresó Dan Harmon, y al principio parecía que volvía a ser la ‘Community’ de siempre; pero fue todo una ilusión. El nivel de los episodios fue excesivamente irregular y seguía, como dicen los anglosajones, trying too hard. Resultaba forzado. Lo que anteriormente eran homenajes y parodias memorables que además conseguían funcionar por sí mismas acabaron en popurrís poco inspirados. Aunque hice el amago de abandonarla, la noticia de que Yahoo! la retomaría para seguir con el camino del #sixseasonsandamovie, continué.
No creo que ‘Community’ sea el caso de serie que se fuese a ver necesariamente liberada en cuanto a contenido al pasar de un canal en abierto a un servicio de streaming. Desde el principio, Harmon abrazó aquello que denominaba el chiste para el 2%. Era consciente de que sus guiones eran muy referenciales y no le echaba para atrás ni se autocensuraba por al saber que algunos gags sólo los entendería un 2% de la población (no de la audiencia). La serie siempre ha sido ella misma sin remilgos, y pasarse a una plataforma no pendiente de los ratings no iba a cambiar nada en ese aspecto.
Otra temporada irregular
La primera sorpresa fueron Frankie y Elroy, los dos nuevos miembros del grupo –y necesarios tras las innumerables bajas del reparto-. Estos dos personajes han sido un refuerzo importante en el propósito de ‘Community’ de poner a sus protagonista un poco con los pies en la tierra (la mayor parte del tiempo de puntillas), darles una evolución personal y emocional. Personalmente siempre consideré este uno de los errores más grandes que cometieron en la cuarta temporada, y aquí Harmon lo ha manejado de forma algo más equilibrada.
Sin embargo, eso no anula el hecho de que los dos nuevos personajes se antojaban insípidos, demasiado parecidos entre sí y poco graciosos la mayoría del tiempo. Han tenido sus momentos, pero en el conjunto global no han ayudado a hacer la temporada más consistentemente divertida.
Quizá la decepción o el desgaste tienen mucho que ver en esto, pero esta temporada he percibido a los personajes mucho más dispersos en general. El ritmo cómico estaba como ralentizado y algunos protagonistas han pasado episodios enteros apagados y poco inspirados. Brillaban en momentos muy concretos, pero hasta su forma de interpetar se me antojaba retraída y controlada.
De estos 13 episodios que nos ha presentado ‘Community’ en Yahoo! destacaría el de los presos pululando por las aulas en forma de Tablet con ruedas (curioso que también lo hayamos visto en ‘Modern Family’), el Dean completamente lavado el cerebro por Honda, el de la caravana y los intentos de Abed por hacer flashbacks y, cómo no, el del paintball. Aquel de la película barata de ciencia ficción fue una gran idea desaprovechada y un ejemplo de esos episodios que intentan forzar los elementos que se supone definen o definían la serie.
Eso sí, hay que reconocer que el final deja con un gran sabor de boca. Lo tiene todo. Tiene desarrollo de personajes, tiene juegos meta-narrativos de esos que tan bien se le dan a Harmon cuando está inspirado, es un gran ejercicio de auto-homenaje, un guiño a los seguidores y una despedida que funciona como final de serie en caso de que no haya una séptima temporada (o una película). Y la guinda es ese hilarante anuncio final del juego de mesa de ‘Community’. Si es que cuando quiere, esta comedia ya longeva siempre supo cómo ser muy brillante.
En ¡VayaTele! | 'Community' entra en la era Yahoo con el tráiler de su sexta temporada
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