'Negocia como puedas', una alternativa sin brillo a 'Lo sabe, no lo sabe'

'Negocia como puedas', una alternativa sin brillo a 'Lo sabe, no lo sabe'
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Estoy convencido de que ni siquiera en Cuatro esperaban que ‘Lo sabe, no lo sabe’ funcionase tan bien como para pasar de ser un simple concurso veraniego a un programa poco menos que imprescindible dentro de la parrilla de Cuatro. Es evidente que la frescura del formato es una de las claves, pero aún lo es más que el gran responsable de su éxito y buena prensa es la brillante y carismática presencia de Juanra Bonet al frente del mismo. Sus responsables seguro que pensaron que era una gran idea crear un nuevo concurso siguiendo esa línea, y es ahí donde aparece ‘Negocia como puedas’.

Todo hacía pensar que ‘Negocia como puedas’ iba a ocupar el horario de ‘Lo sabe, no lo sabe’, pero finalmente se tomó la extraña decisión de situarlo dentro de la programación de tarde de Cuatro, un movimiento únicamente comprensible para intentar reflotar un poco los no demasiado estimulantes datos conseguidos por la cadena en esa franja horaria. He de reconocer que recibí con cierto escepticismo su estreno, y lo cierto es que el resultado final, sin ser realmente malo, no va más allá de ser un pasatiempo de bajo nivel.

La mecánica del concurso

Hay que negociar

‘Negocia como puedas’ apuesta por la sencillez a la hora de estructurar el programa: Uno de los presentadores lanza una pregunta a un transeúnte desde su coche y si la acierta, le ofrece la posibilidad de concursar. Una vez ahí, se le darán cien euros para negociar en la primera pregunta, doscientos más para la segunda, otros trescientos para la tercera y mil adicionales para la cuarta. Si ha conseguido llegar hasta ahí, su ganancia se multiplicará por dos. Además, en caso de comprar una respuesta incorrecta –tiene tres minutos de tiempo y si no compra nada, pierde automáticamente-, tienen la opción de llamar para pedir ayuda, pero para conseguir la respuesta no podrán decir una serie de palabras.

Puede que así escrito llegue a sonar más complicado de lo que realmente es, pero la base del programa es que cualquiera pueda seguirlo, incluso aquel que haya llegado allí sin especial interés tras una sesión más o menos extensa de zapping. El problema es que también acaba haciéndose muy repetitivo, y sus intentos para solucionarlo son un acierto por un lado y un fracaso bastante importante por otro.

¿Por qué dos presentadores

Los presentadores de

Una de las cosas que más me sorprendió de ‘Negocia como puedas’ cuando se anunció el proyecto es que iba a contar con dos presentadores, Raúl Gómez y Miguel Martín, ya que es algo bastante inusual en los concursos con formatos de este tipo –nunca me cansaré de repetir lo mucho que echo de menos a ‘X Cuánto?’-. La idea de usarlos al mismo tiempo era inconcebible, por lo que se ha optado por la única solución posible: cada uno de ellos participaría junto a un concursante y una vez acabada su aventura, los dejábamos ir a ambos y pasábamos con el otro.

Esta solución, ideal para llegar a más puntos de España, ha acabado convirtiéndose contra pronóstico en uno de los mayores aciertos de ‘Negocia como puedas’, ya que por separado ninguno de ellos tiene aún el suficiente gancho como para ser la cabeza visible de un concurso, pero sus estilos acaban complementándose a las mil maravillas. Por un lado tenemos a Raúl Gómez, más echado hacia delante y que transmite sensación de ser un simpático sinvergüenza, y por otro a Miguel Martín, más calmado y rozando la desgana, pero no sólo no resultando molesto, sino que te ayuda a empatizar más con él. El guapete y el amiguete.

A toda velocidad

‘Negocia como puedas’ es un concurso con un ritmo acelerado, muy acelerado, y el gran sacrificio que se hace para ello es el conocer algo más de los concursantes para que realmente te importe que ganen o se vayan para casa de vacío –eso sí, es el primer concurso en muchos años en el que me he muerto de ganas porque uno de los participantes no se llevase ni un céntimo, pero ahí fue clave su discutible proceso de selección-. Lo peor de todo es que, salvo que compren una respuesta errónea y tengan que pedir la ayuda telefónica de algún conocido, es al final, cuando ya ha ganado o perdido, cuando realmente se les dedica un pequeño momento para conocer sus impresiones sobre lo que acaba de pasar.

Más chocante aún es que casi se da más peso a los transeúntes que ayudan a los concursantes, ya que se intercalan reflexiones sobre la negociación mientras ésta se está desarrollando. Estas pausas se agradecen para que la cosa sea algo más que un visto y no visto, pero es extraño, ya que este intento de ser un programa dinámico sirve para evitar el aburrimiento en los casos individuales, pero resta empaque al programa como un todo y roza el convertirse en una lacra para el espectador fiel.

¿Pulgares arriba o pulgares abajo?

Imagen de

Me da que el futuro de ‘Negocia como puedas’ es bastante incierto, ya que su share suele quedarse por debajo del 4%, una cifra demasiado escasa incluso para Cuatro, y mucho tendrían que cambiar las cosas para que pudiera remontar lo más mínimo. Y es que incluso ‘Lo sabe, no lo sabe’ ha demostrado cierta inventiva para ir introduciendo interesantes cambios para no venirse abajo antes de tiempo –en mi opinión se está abusando de él y debería haber tenido ni que fuera uno o dos meses de descanso-. No es un mal concurso, pero tampoco uno con suficientes atractivos –o con un elemento con tanto gancho que haya que verlo sólo por ello- como para seguirlo de forma continuada, y esa es una losa demasiado pesada.

En ¡Vaya Tele! | Cuatro estrenará 'Negocia como puedas' el próximo lunes

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